Andrea Espejo.
miércoles, 31 de agosto de 2011
paseo
Cuando creces y te movilizas en un área específica de tu ciudad podrías tender a creer que el mismo entorno visual, aspecto, estilo arquitectónico y de vida se reproduce en las demás áreas de la cuidad. Pero la realidad es otra; en Lima, a menos de una hora de camino, podemos encontrar no solo un estilo de vida diferente sino arquitectura diferente, circulación vehicular diferente, espacios públicos diferentes, etc. Casi como si se tratara de otra ciudad.
Nuestro paseo consistió en ver esas diferencias. Partiendo de surco pudimos observar que habían mas carros que personas circulando por las calles, que las calles en general estaban muy bien cuidadas, las paredes pintadas, mucha vegetación tanto en las bermas como fuera de las casas, se observaba también que era un zona residencial pero con centros comerciales bien equipados y que se habían preocupado por hacerlos lo más modernos y confortables posible. Se veían calles anchas y con espacio suficiente para aparcarse en casi cualquier lugar, todas las casas tenían un espacio respectivo para poder aparcar un carro sin dificultad. Por otro lado las calles tenían aceras para que la gente circule con seguridad y las calles estaban bien señalizadas. Las pocas personas que pudimos ver en el camino eran personas que parecían de una clase acomodada, y esto se podía percibir por cómo estaban vestidos o arreglados en general.
Cuando llegamos a nuestro destino, en el Rímac, a menos de una hora de camino, observamos que las calles eran de doble sentido pero solo había un carril, que habían banquitas para sentarse al pie de la calle, que no habían muchas aceras para circular, había muy poco verde y todo estaba sucio en general. En cuanto a las edificaciones se veían bastante descuidadas y vetustas o en proceso de construcción pero sin mucha intención de ser terminados. También observamos que la mayoría de casas tenían rejas y, si estaban pintadas, ostentaban colores llamativos, a diferencia de surco en que los colores eran más cálidos.
La primera cosa que me llamó la atención fue que en ambos distritos la seguridad es un tema común. En Surco los muros y personal de seguridad eran la norma, mientras que en el Rimac las rejas estaban por doquier.
Si bien es cierto que en Surco las edificaciones estaban mejor cuidadas y, en muchos casos, se veía un esfuerzo por lograr una buena estética, en Rímac lo estético es largamente superado por lo práctico, fundamentalmente por razones económicas. En ambos casos se nota que hay poca planificación y armonía. En general, en ambos distritos hay una especie de libertinaje arquitectónico. Es raro ver una unidad o armonía de estilos. La falta de vegetación es muy notoria en el Rímac, mientras que en Surco se ve muchos parques bien cuidados y toques de vegetación en todos lados. Quizá en Surco se ve un poco más de orden en cuanto a la altura de los edificios, que tiende a ser más uniforme en las calles. En Rímac casi no se ve edificios y las construcciones son un poco caóticas.
En líneas generales siento que en Lima, a diferencia de otras ciudades que he conocido, hay muy poca estandarización de estilos arquitectónicos y urbanismo, independientemente de la capacidad económica de los habitantes de cada zona de la misma.
Macarena
Nuestro paseo consistió en ver esas diferencias. Partiendo de surco pudimos observar que habían mas carros que personas circulando por las calles, que las calles en general estaban muy bien cuidadas, las paredes pintadas, mucha vegetación tanto en las bermas como fuera de las casas, se observaba también que era un zona residencial pero con centros comerciales bien equipados y que se habían preocupado por hacerlos lo más modernos y confortables posible. Se veían calles anchas y con espacio suficiente para aparcarse en casi cualquier lugar, todas las casas tenían un espacio respectivo para poder aparcar un carro sin dificultad. Por otro lado las calles tenían aceras para que la gente circule con seguridad y las calles estaban bien señalizadas. Las pocas personas que pudimos ver en el camino eran personas que parecían de una clase acomodada, y esto se podía percibir por cómo estaban vestidos o arreglados en general.
Cuando llegamos a nuestro destino, en el Rímac, a menos de una hora de camino, observamos que las calles eran de doble sentido pero solo había un carril, que habían banquitas para sentarse al pie de la calle, que no habían muchas aceras para circular, había muy poco verde y todo estaba sucio en general. En cuanto a las edificaciones se veían bastante descuidadas y vetustas o en proceso de construcción pero sin mucha intención de ser terminados. También observamos que la mayoría de casas tenían rejas y, si estaban pintadas, ostentaban colores llamativos, a diferencia de surco en que los colores eran más cálidos.
La primera cosa que me llamó la atención fue que en ambos distritos la seguridad es un tema común. En Surco los muros y personal de seguridad eran la norma, mientras que en el Rimac las rejas estaban por doquier.
Si bien es cierto que en Surco las edificaciones estaban mejor cuidadas y, en muchos casos, se veía un esfuerzo por lograr una buena estética, en Rímac lo estético es largamente superado por lo práctico, fundamentalmente por razones económicas. En ambos casos se nota que hay poca planificación y armonía. En general, en ambos distritos hay una especie de libertinaje arquitectónico. Es raro ver una unidad o armonía de estilos. La falta de vegetación es muy notoria en el Rímac, mientras que en Surco se ve muchos parques bien cuidados y toques de vegetación en todos lados. Quizá en Surco se ve un poco más de orden en cuanto a la altura de los edificios, que tiende a ser más uniforme en las calles. En Rímac casi no se ve edificios y las construcciones son un poco caóticas.
En líneas generales siento que en Lima, a diferencia de otras ciudades que he conocido, hay muy poca estandarización de estilos arquitectónicos y urbanismo, independientemente de la capacidad económica de los habitantes de cada zona de la misma.
Macarena
salida de apuntes
Imagenes de la iglesia de San francisco
Imagenes de lima vistas desde el mirador del cerro san cristobal
Alonzo Ortiz
jueves, 25 de agosto de 2011
Datos de la vida de Kahn
El arquitecto se empeñó en buscar la luz natural en la mayoria de sus obras. Sus materiales predilectos fueron: el concreto, el ladrillo y la piedra. Evitó a propósito la apariencia ligera de los edificios al estilo internacional, que ern esa época prevalecía y se distinguió más bien por la creación de edificios masivos, con estructuras sólidas de piedra y concreto.
Ademas fue protagonista de una vida digna de una novela. La escritora Ayn Rand, lo hace participe de du obra El Manantial como personaje principal. Su hijo Nathaniel Kahn dirigió un documental dedicado a el, My architect, este documental narra la vida de Louis Kahn. Esta filmación sigue las huellas de su padre a través de sus obras y de los personajes que conocio a lo largo de su vida.
Última obra de Louis Kahn: Museo de Arte Kimbell
Andrea Espejo
miércoles, 24 de agosto de 2011
My Architect: A Son's Journey
Nathaniel Kahn, hijo de Louis Kahn ( 1901 - 1974 ) gran arquitecto muy reconocido, quizo hacer un documental sobre su padre investigando su vida personal y trabajos como arquitecto, viajando por el mundo entrevistando a todo aquel que haya o tenga alguna relacion con su padre. Descubrió mucho sobre su padre, como su pasión por sus trabajos, por la arquitectura, sobre sus otras familias, su estilo de vida, su personalidad, etc. Pasó por muchos paises y lugares desde los Estados Unidos hasta Jerusalén. Según fué recorriendo lugares fué conociendo más acerca de su padre.
Salk Institute - California, U.S.A
Moises Ventura
Louis Kahn nació en Estonia un 20 de febrero de 1901, creció en una familia muy humilde, luego se mudó a Philadelphia con su familia, se graduó en la universidad de Pennsylvania en 1924. Seis años después en 1930 se casó con Esther Israeli con la que tuvo una hija a los 10 años de matrimonio. En 1947 fue profesor en Yale por diez años. En 1954 tuvo su segunda hija pero esta vez con Anne Tyng, una arquitecta que trabajaba con él en su estudio. Tres años después hizo su mejor obra según muchas críticas: El Instituto Salk de estudios biológicos en California, trabajó con el arquitecto Jonas Salk. En 1962 tuvo su tercer hijo, Nathaniel, con la arquitecta Harriet Pattison. Tres años más tarde diseñó Los Laboratorios De Biotecnología Richards, en la universidad de Pennsylvania. En el año 1972 hizo su última obra: El museo de Arte Kimbell, dos años después, el 17 de marzo de 1974 fallece de un paro cardiaco en la estación Penn de Philadelphia.
Louis Kahn fue un arquitecto muy reconocido no solo por sus grandes obras, sino por la pasión y el amor con las que las hacía.
Salk Institute - California, U.S.A
Arquitecto: Louis Kahn
Moises Ventura
Primeras Obras de Louis Kahn
Louis Kahn fue un arquitecto de origen estonio y uno de los principales maestros del siglo XX gracias a la poética monumental que desarrolló en sus edificios de ladrillo. Nació el 20 de febrero de 1901 en la isla de Osel en Estonia, y los cuatros años emigró junto a su familia a estados unidos. En 1924 obtuvo el título de arquitecto por la universidad de Pennsylvania y dedicó veinte años a colaborar con otros colegas en diversas obras. Una de las obras que destaco para la Carver Court War Housing en 1942 – 1943 en Coatsworth – Pennsylvania fue uno de los primeros en obtener un amplio reconocimiento. En la Galería de arte para la universidad de Yale en 1952 - 1954 , una construcción modular compuesta por volúmenes prismáticos en donde utilizó por primera ves el techo de hormigón con armadura espacial, que deja al descubierto los conductos de aire acondicionado.
(Techo de Hormigón)
Una obra para el recuerdo
La asamblea nacional de Bangladesh es una de las obras arquitectónicas mas renombradas y una de las que empezaron con el nuevo estilo contemporáneo de la arquitectura. Esta obra fue creada por el Arquitecto Louis Kahn.
En esta obra Kahn crea un concepto nuevo a la arquitectura y al culminar esta tuvo un gran aprecio . De acuerdo con Robert McCartes, autor de Louis I Kahn, "es uno de los grandes monumentos arquitectónicos del siglo XX, y es sin duda magnum opus de Kahn."
Louis Kahn trabajando en el modelo de la asamblea
Alonzo Ortiz
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